Colores de Medellín: Inspiración y Psicología en 23 Hotel

agosto 14, 2025

Sala de estar con un sofá, mesa y ventana que da a la ciudad.

Colores, texturas y espacios que te conectan con la ciudad

Medellín es una ciudad que se vive en colores. Desde los murales vibrantes de la Comuna 13 hasta las montañas verdes que la rodean, pasando por los tonos cálidos del ladrillo y las luces doradas del atardecer, aquí cada rincón cuenta una historia cromática. Esta paleta visual no es aleatoria; es el reflejo de una urbe que combina naturaleza, historia y modernidad, y que ha sabido reinventarse con creatividad y resiliencia.

En el corazón de Provenza, el 23 Hotel ha capturado esa paleta única para transformarla en una propuesta de interiorismo que no solo decora, sino que conecta al visitante con el espíritu de la ciudad. Este artículo explora cómo la estética y el diseño del hotel se inspiran en los colores de Medellín, y cómo cada tono, textura y detalle invita a vivir la cultura paisa de forma inmersiva y memorable.

Medellín, una ciudad contada en colores

Para entender el diseño de 23 Hotel, es fundamental sumergirse en el contexto visual de la ciudad. La paleta de Medellín es una mezcla de contrastes, donde la naturaleza y el entorno urbano dialogan constantemente.

  • Verdes intensos y vibrantes: Este es, sin duda, el color dominante. Los verdes de las montañas que abrazan la ciudad, el verdor de los parques urbanos y la exuberante vegetación tropical se cuelan en cada vista. Este color evoca vida, frescura y la conexión de la ciudad con su geografía única.

  • Rojos y ocres del ladrillo: La arquitectura tradicional de Medellín se caracteriza por el uso de ladrillo visto, lo que le da a muchos de sus edificios un tono terracota cálido y acogedor. Este color es una firma visual de la ciudad, un recordatorio de su historia y su herencia.

  • Azules y grises suaves: En los días nublados, los cielos de Medellín se tiñen de tonos grises y azules suaves que contrastan con los días soleados y despejados, que ofrecen un azul intenso y profundo. Esta dualidad cromática refleja la naturaleza cambiante del clima de la ciudad.

  • Amarillos, fucsias y naranjas: Estos colores aparecen en explosiones de vitalidad en las flores que adornan los balcones, los jardines y los parques, así como en los atardeceres que pintan el cielo con tonos dorados y anaranjados.

  • Multicolores del arte urbano: Medellín ha abrazado el arte urbano como una forma de expresión y transformación. La Comuna 13 es un claro ejemplo, con murales que explotan en una sinfonía de colores, contando historias de resiliencia y esperanza.

El concepto de diseño en 23 Hotel: un reflejo de la ciudad

En 23 Hotel, el diseño de interiores no busca imponer una estética, sino reflejar lo que Medellín ya ofrece: calidez, frescura y vitalidad. La propuesta se basa en tres pilares visuales que se entrelazan para crear una experiencia coherente y envolvente.

Colores como lenguaje emocional

Cada espacio del hotel utiliza colores que evocan sensaciones específicas, aplicando los principios de la psicología del color para influir positivamente en el estado de ánimo del huésped.

  • Tonos tierra: Los marrones, ocres y terracota se utilizan en los espacios de recepción y descanso para transmitir una sensación de seguridad, pertenencia y confort. Son colores que nos anclan a la tierra y nos hacen sentir en casa.

  • Verdes y azules suaves: Estos tonos dominan en las habitaciones y en las áreas de relajación. Son colores que reducen el estrés, invitan al descanso y la serenidad, y recuerdan la naturaleza exterior.

  • Amarillos y naranjas: Utilizados en detalles decorativos y acentos, estos colores energizan los ambientes y aportan optimismo y creatividad, perfectos para las zonas de coworking o el rooftop durante el atardecer.

Materiales que cuentan historias

El diseño del hotel crea un diálogo entre lo tradicional y lo moderno a través de la elección de materiales. La madera natural, los textiles artesanales y la piedra local se integran con elementos contemporáneos, lo que le da una autenticidad única a cada rincón.

Arte local como hilo conductor

Piezas de artistas paisas, como esculturas de cerámica, pinturas en acuarela y fotografías de la ciudad, ocupan lugares estratégicos. Este enfoque no solo enriquece la experiencia visual del huésped, sino que también apoya a la comunidad creativa local y celebra la cultura de Medellín.

Un recorrido cromático por el 23 Hotel

Entrar al 23 Hotel es como caminar por una galería que celebra los colores de Medellín, donde cada espacio tiene su propia narrativa visual.

Lobby: bienvenida cálida y sofisticada

El lobby es el primer contacto del huésped con el hotel, y su diseño lo convierte en una bienvenida cálida y sofisticada. La combinación de tonos neutros en paredes y pisos sirve como lienzo para acentos en ocre y terracota que recuerdan la arquitectura en ladrillo de la ciudad. Grandes plantas tropicales aportan frescura y un guiño al verdor de las montañas.

  • Detalles clave: Las lámparas de mimbre hechas por artesanos locales, y una gran pieza mural inspirada en los atardeceres paisas, crean un ambiente acogedor y lleno de personalidad.

Habitaciones: refugios de calma

Cada habitación está pensada para ser un santuario después de explorar la ciudad. Los colores dominantes son blancos, beige y verdes suaves, creando una sensación de amplitud y serenidad.

  • Acentos visuales: Cojines con patrones inspirados en las flores antioqueñas, fotografías en blanco y negro de la Medellín antigua y obras pequeñas en acuarela con paisajes urbanos añaden personalidad sin romper con la sensación de calma.

Rooftop: el espectáculo dorado

En el rooftop, el protagonista es el atardecer, por lo que la decoración se mantiene en una gama neutra y cálida que realza los tonos naturales del cielo al caer la tarde. El mobiliario combina madera clara con textiles en mostaza y terracota, que se funden con los colores de la “golden hour”. Aquí, el espacio se convierte en un mirador cromático sobre la ciudad, donde los colores del cielo son la verdadera obra de arte.

Restaurante y bar: una paleta para abrir el apetito

El diseño de interiores del restaurante y el bar utiliza el color para influir en la experiencia gastronómica. En el restaurante, la combinación de rojos profundos, verdes oliva y tonos dorados estimula el apetito y crea un ambiente cálido y vibrante. El bar, por su parte, adopta un estilo más nocturno: azules oscuros y cobre evocan elegancia y misterio, perfectos para disfrutar de un coctel de autor.

Colores con propósito: sostenibilidad y cultura

La decoración de 23 Hotel no es solo una cuestión estética; también tiene un propósito ético y cultural que se alinea con los valores de la sostenibilidad y el apoyo a la comunidad.

  • Apoyo a la artesanía local: La mayoría de los textiles, cerámicas, lámparas y piezas de mobiliario provienen de talleres artesanales de Medellín y Antioquia. Esto asegura que cada color y textura no solo sea visual, sino que también tenga un impacto social y económico positivo en la región.
  • Paleta sostenible: El uso de pinturas ecológicas y materiales reciclados en la decoración reduce el impacto ambiental, manteniendo la vivacidad de los tonos sin dañar el entorno.

Colores de Medellín en otros rincones del barrio Provenza

La estética cromática de 23 Hotel dialoga con su entorno. Provenza es un barrio lleno de fachadas coloridas, jardines verticales y murales, que se convierten en una extensión natural de la propuesta del hotel.

  • Cafeterías con murales florales: Encontrarás cafés con murales pintados a mano que celebran la flora local.

  • Boutiques con escaparates en tonos pasteles: Las tiendas de moda de diseñadores locales utilizan una paleta suave y elegante en sus fachadas.

  • Jardines colgantes: Las enredaderas y jardines verticales que adornan los balcones y las fachadas de las casas aportan verdes vibrantes y un ambiente fresco.

Una experiencia sensorial completa

El color en 23 Hotel no se queda en lo visual. Se combina con la música ambiental, los aromas de las plantas y las texturas de los materiales para crear una experiencia inmersiva. Mientras disfrutas de un café en la terraza, los tonos cálidos del atardecer se mezclan con el aroma a grano recién molido y la brisa suave de la tarde, creando una sinfonía de sensaciones.

Hospedarse en el 23 Hotel es entrar en un microcosmos donde los colores de Medellín se reinterpretan en clave contemporánea. Es una invitación a descubrir la ciudad no solo con los ojos, sino también con el corazón, llevando contigo una memoria visual y sensorial que se quedará mucho después de tu viaje.

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