Diseño y tradición: una experiencia cultural con arte local
En Medellín, el arte es un lenguaje vivo que se respira en cada rincón. No está confinado a las solemnes paredes de los museos o a las galerías exclusivas; se manifiesta en las calles, en las plazas, en los grafitis llenos de color que narran historias de transformación y, de manera muy particular, en cada pasillo, habitación y espacio común del 23 Hotel. Este hotel boutique en Provenza ha logrado algo extraordinario: ha convertido la hospitalidad en una experiencia estética y cultural inmersiva. Cada rincón es una pieza de arte cuidadosamente seleccionada para contar una historia, rendir homenaje a la rica cultura paisa y enamorar a viajeros de todo el mundo.
Aquí, hospedarse no es solo un acto funcional. Es una invitación a vivir y respirar el arte de Antioquia desde el momento en que cruzas la puerta. Es un viaje sensorial que te conecta con la historia, el talento y la identidad de una región que ha hecho del arte una parte fundamental de su renacimiento.
El concepto: un hotel como galería viva y funcional
Desde su concepción, el 23 Hotel se definió a sí mismo como mucho más que un simple alojamiento. La visión era crear un espacio donde el diseño de vanguardia, la cultura local y la hospitalidad se integraran en un mismo lenguaje, creando un ambiente que fuera a la vez lujoso, acogedor y profundamente significativo. En lugar de optar por una decoración genérica y neutra, cada área del hotel fue diseñada como parte de una curaduría artística deliberada, una colección que celebra la creatividad de artistas, artesanos y diseñadores colombianos, con un énfasis especial en el talento de la región paisa.
La experiencia que ofrece el 23 Hotel comienza mucho antes de que el huésped llegue a su habitación.
- Fachada como carta de presentación: La arquitectura y el exterior del hotel ya dan pistas de su filosofía. Murales vibrantes y elementos arquitectónicos inspirados en la estética moderna de Medellín reciben a los visitantes, fusionando la esencia urbana del barrio con la promesa de una experiencia artística.
- Recepción como primera galería: Al entrar, la recepción no es solo un mostrador. Es una primera sala de exhibición donde piezas de cerámica esmaltada, tejidos de fibras naturales y esculturas de madera locales dan la bienvenida, introduciendo al huésped en la narrativa artística del hotel.
- Pasillos narrativos: Los pasillos, a menudo espacios olvidados en la hotelería tradicional, en el 23 Hotel se transforman en galerías lineales. Cada piso cuenta una historia diferente a través de una curaduría de obras temáticas, creando una expectativa de descubrimiento en cada recorrido.
La curaduría artística: el alma del 23 Hotel
La curaduría del 23 Hotel no es un acto improvisado, sino el resultado de una visión clara y un trabajo meticuloso. El hotel colabora con un equipo de expertos y coleccionistas que seleccionan cada pieza con base en criterios rigurosos que garantizan la autenticidad y el propósito de la colección.
- Origen local: Se priorizan las obras de artistas y artesanos de Antioquia y regiones cercanas. Esta decisión no solo enriquece la experiencia del huésped, sino que también apoya directamente el ecosistema artístico local.
- Narrativa: Cada pieza debe tener una historia. Puede ser un retrato de la vida rural, una interpretación del paisaje de montaña, una obra que hable de la historia de la ciudad o un objeto que represente un oficio ancestral. El arte se convierte en un medio para educar y conectar.
- Estética funcional: El arte no está para decorar y ya. Se integra de manera orgánica al uso diario del espacio. Una escultura en la terraza no solo es una obra de arte, sino también un punto focal para la contemplación. Los textiles en una habitación no solo son bellos, sino que también ofrecen calidez y confort.
El arte paisa: raíces profundas y evolución constante
El arte paisa es un reflejo de la diversidad del territorio que lo inspira. Combina las tradiciones rurales de los campesinos, los vibrantes paisajes montañosos, la intensa vida urbana de Medellín y la calidez innata de su gente. En el 23 Hotel, esta diversidad se celebra a través de una amplia variedad de expresiones artísticas:
- Pintura costumbrista y rural: Cuadros que evocan escenas de cafetales, de pueblos con fachadas coloridas y de la vida diaria en el campo. Son piezas que conectan al viajero con la tradición y el corazón de la región.
- Fotografía contemporánea: Obras que retratan la asombrosa transformación de Medellín, capturando su arquitectura moderna, la resiliencia de su gente y la energía de sus calles.
- Arte urbano: Con la influencia del grafiti y el arte callejero que ha revitalizado a muchos barrios de la ciudad, el hotel incluye obras que dialogan con este espíritu creativo y, a veces, rebelde, mostrando una faceta más joven y contemporánea del arte paisa.
- Artesanías tradicionales: El hotel rinde homenaje a los saberes ancestrales con piezas como sombreros aguadeños, tapetes tejidos a mano, cestos de fibras naturales y cerámicas pintadas con motivos florales y geométricos.
Un recorrido detallado por el arte de cada espacio
El viaje artístico a través del 23 Hotel es una experiencia progresiva que se despliega en cada área.
1. El Lobby: la bienvenida a la cultura paisa
El lobby es el primer punto de contacto y la declaración de intenciones del hotel. Fue concebido como la primera sala de una galería, un espacio que introduce al huésped en la narrativa cultural. Allí, se mezclan esculturas de madera talladas a mano que representan figuras de la mitología local, lámparas de fibras naturales que proyectan patrones de luz únicos y murales que hacen referencia a la rica flora y fauna de Antioquia. Un detalle destacado es el mural central de orquídeas, la flor nacional de Colombia, que simboliza la belleza y la delicadeza de la naturaleza paisa.
2. Las habitaciones: cada una, una obra única
La filosofía del hotel se manifiesta con mayor intimidad en las habitaciones. No hay dos iguales. Cada una es una pequeña curaduría en sí misma, con una selección particular de piezas que crean una atmósfera única. Puedes encontrar una fotografía en blanco y negro de Medellín antiguo que te transporta en el tiempo, una obra abstracta inspirada en los colores de las montañas o del café, o textiles artesanales como colchas y cojines tejidos en telar, que añaden calidez y textura. Lo más interesante es que algunas de estas piezas están a la venta, permitiendo que el huésped se lleve un pedazo de arte y un recuerdo significativo a casa, y al mismo tiempo, apoye directamente a los artistas locales.
3. Áreas comunes: arte como punto de encuentro
En los pasillos, salas de estar y terrazas, el arte cumple una doble función: no solo decora, sino que también genera un punto de encuentro y conversación. El hotel utiliza estos espacios para albergar galerías temporales con exposiciones rotativas de artistas emergentes. Es común encontrar esculturas hechas con materiales reciclados que invitan a la reflexión o ilustraciones que explican de manera didáctica tradiciones paisas, como el Silletero o la historia del café.
4. El Rooftop: vistas y arte en las alturas
El rooftop del 23 Hotel es un espacio que va más allá de ofrecer panorámicas de Medellín. Es un lienzo al aire libre. En él, los murales que combinan el paisaje urbano con motivos naturales se convierten en el telón de fondo perfecto. El mobiliario está diseñado por artistas industriales locales, fusionando el arte con la funcionalidad. Este espacio también se usa para eventos culturales, como música en vivo, lanzamientos de exposiciones y talleres de arte, convirtiéndolo en un centro de actividad cultural.
El impacto en los artistas locales y en la comunidad
La propuesta del 23 Hotel va más allá de la estética. Al priorizar el arte paisa y trabajar directamente con creadores locales, el hotel genera un impacto positivo en la comunidad.
- Generación de ingresos sostenibles: Al adquirir obras directamente de los artistas y artesanos, el hotel contribuye a su sustento económico, permitiéndoles continuar con su labor creativa.
- Promoción internacional: Al exponer su trabajo a viajeros de todo el mundo, el hotel se convierte en una vitrina invaluable que promueve el reconocimiento de la cultura paisa a nivel internacional.
- Educación cultural: Los huéspedes se llevan una apreciación más profunda por la cultura y la historia de la región.
El huésped como parte activa de la experiencia
En el 23 Hotel, el huésped no es un simple espectador; es un participante activo en la experiencia. El hotel organiza actividades que invitan a la interacción con el arte y los artistas. Puedes participar en clases de cerámica con artesanos, asistir a talleres de tejido o bordado tradicional, o unirte a recorridos guiados por la colección del hotel para conocer las historias detrás de cada obra. El hotel incluso facilita visitas a los estudios de artistas en Medellín, ofreciendo una visión íntima del proceso creativo.
Diseño y sostenibilidad: arte responsable
La filosofía de curaduría también considera el impacto ambiental y social. Muchas de las piezas de arte y elementos de diseño del hotel son creados con materiales reciclados o reutilizados, o a través de procesos artesanales de bajo impacto. Este enfoque no solo es estético, sino también responsable, y preserva saberes ancestrales que de otra forma podrían perderse.
El 23 Hotel, al estar ubicado en Provenza, se beneficia del ecosistema artístico que ya existe en el barrio, y a su vez, lo enriquece. Con sus galerías independientes, tiendas de diseño local y vibrante arte callejero, Provenza se convierte en el complemento perfecto para la experiencia artística que el hotel ofrece.
23 Hotel: donde dormir es una obra de arte
23 Hotel ha convertido la hospitalidad en una forma de curaduría artística. Cada pared, mueble y objeto está pensado para contar una historia, para honrar el arte paisa y para ofrecer a sus huéspedes mucho más que una cama: una experiencia que conecta el viaje con la cultura local de una manera profunda e inolvidable. Si buscas un lugar para hospedarte en Medellín que combine comodidad, diseño, estética y un sentido cultural genuino, este es el destino ideal. Porque en el 23 Hotel, el arte no se cuelga: se vive.
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